La crisis del turismo está obligando a numerosos restaurantes, hoteles y comercios a cerrar sus puertas. La falta de huéspedes y clientes ha arrinconado la economía del sector. Antes de decretar la cuarentena total, la baja era considerable.
Ya casi no quedan turistas en Mendoza y los clientes no aparecen. Las medidas de prevención contra el coronavirus ya se están aplicando y el impacto ha sido inmediato en ciertos sectores, especialmente en el hotelero y gastronómico de Mendoza.
En los hoteles, las reservas se cayeron luego de la disposición de la cuarentena obligatoria y los pocos que quedan se están yendo, y algunos ya se cerraron sus puertas.
Sin gente ni reservas inmediatas ni futuras, la planta de personal se deberá volver a sus casas. Los trabajadores más afectados son los temporales.
Desde el sindicato que nuclea a los trabajadores gastronómicos y hoteleros han anticipado que solicitarán al Gobierno un ayuda, dada la alta informalidad que existe en el sector.
En los comercios la situación es similar, aunque por el momento no alcanza el mismo tenor, hay gente pero pocas ventas y mucho recelo.