Mendoza

Cierra unos de los últimos videoclubs de Mendoza: la historia de Bigotes

Luego de más de 30 años, el clásico lugar para alquilar películas cierra sus puertas en el Barrio Bombal.

Por
Perfil autor
Redacción ElNueve.com
23 de febrero de 2024 | 16:41

Hace algunos años, las familias iban todos los fines de semana al tradicional videoclub para alquilar algún título y disfrutar de una película en sus casas. Sin embargo, con el pasar de los años y el avance de la tecnología, este tipo de negocios ya no son rentables y en la mayoría de los casos ya han cerrado sus puertas. Esta es la historia de Bigotes, que tras más de 30 años se despide de la comunidad que lo supo albergar.

En el año 1998, Raúl García llegaba a un local ubicado en el Barrio Bombal y abría el mítico “Bigote”, donde desde ese entonces brindó a los mendocinos las mejores películas, documentales, títulos alternativos, clips y mucho más.

Sin embargo, la situación actual del país ha repercutido negativamente en muchos negocios y tras años de luchas por mantener el local abierto, hasta el mes pasado, Raúl tuvo que tomar la decisión de bajar la persiana.

A veces las cosas llegan a su fin y lo que está relacionado con la tecnología ni hablar, jamás me hubiera imaginado que la tecnología iba avanzar tanto a las plataformas como se ve hoy en día en los teléfonos”, confesó Raúl a las pantallas de Noticiero 9 mientras muestra un poco lo que queda del lugar.

Raúl tiene 61 años y entregó su vida a este trabajo, el videoclub Bigotes, un clásico del Barrio Bombal. Cuando no encontrabas una película ahí seguro que estaba.

“Llegar y desactivar la alarma y que se produce eco porque está todo vacío y porque en unos pocos días apago la luz y no vuelvo más, me produce un encontronazo de emociones”, enfatizó respecto a la nostalgia que le produce dejar su trabajo atrás.

Entre DVD y VHS tenía más de 7000 títulos, al principio pensó en venderlos, pero era un camino interminable. Por eso el mes pasado tomó la decisión de regalar todo a la gente de la zona y a personas en contexto de encierro.

Por un lado me dolía porque era una parte de mí que se iba a manos de desconocidos y por otro lado lo loable de que fue a parar a mucha gente como la cárcel, a unas chicas vecinas que reciclan cajas para hacer cartucheras para el ciclo lectivo que comienza en poquito tiempo. Eso llenó más mi ser que el bolsillo. El bolsillo hubiera sido un poco de dinero y nada más. Eso me hizo sentir el que soy”, agregó.

El local estuvo abierto 32 años siempre lo Atendió Raúl y es que a él le gustaba conversar con los clientes y recomendar la película que mejor le asentaba a cada uno. “Era un lugar de reencuentro con la familia porque venían a buscar pelis viste en forma permanente y ni hablar los fines de semana”.

A la hora de narrar una anécdota, Raúl se acuerda de una en específico. “Había una película que se hizo muy famosa y todo el mundo la nombraba como Sublime excelente maravillosa y yo decidí verla era fea para mi gusto, y yo la seguía recomendando a “el aroma de la papaya verde” porque a la gente le gustaba y yo dije bueno hay que hacer cosas que la gente quiere”.

Finalmente, esta semana culmina una etapa en su vida, cerrará también el Rapipago que funcionaba en el lugar y volverá a empezar. “No solamente el cierre sino lo que implica, que es el mañana. El mañana por un montón de cosas, el saber que mañana no voy a trabajar más en el negocio, el saber que mañana tengo que salir a buscar trabajo y me voy. Me veo fuerte porque es la intención estar fuerte para tratar de ver cómo me agarra el mañana”, reflexionó Raúl.

Mendoza +

chevron_left
chevron_right

Viral +

chevron_left
chevron_right

Noticiero 9 +

chevron_left
chevron_right

Lo Último