La monja Kosaka Kumiko solicitó se autorice la revisión de los teléfonos celulares de los denunciantes.
La religiosa detenida e imputada por abuso sexual pidió a la Justicia revisar las comunicaciones telefónicas y mensajes de texto de las personas que la denunciaron en el instituto Antonio Próvolo.
Se trata de al menos 5 denunciantes, entre los que se encuentran dos testigos de identidad reservada.
A entender de la monja y su defensa, los denunciantes han organizado y armado las acusaciones que hoy la tienen en la mira de la Justicia, cumpliendo prisión domiciliaria.
Según el abogado querellante, Sergio Salinas, se trata de una nueva re victimización de las víctimas del Próvolo y una violación de sus derechos.
Para Salinas, la Justicia no dará cabida a este pedido y, en su lugar, reclama establecer límites a los planteos que realizan los abogados defensores de los imputados.
Será la Justicia la que defina este pedido; del mismo modo en que lo hará el próximo 4 de julio en relación al pedido de elevación a juicio de la causa principal.
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