Este lunes comienza el juicio por los presuntos abusos sexuales del Instituto Antonio Próvolo. Hay 26 víctimas, más de 200 testimonios y 3 acusados, en el primero de tres debates. La historia pública de uno de los casos más resonantes del mundo por posible abuso eclesiásticos.
Un predio verde y silencioso. Un edificio de tres cuerpos, tres pisos y un parque de 40 mil metros cuadrados que algunos pocos sabían, era una escuela religiosa para chicos sordos. Todo eso hasta el 25 de noviembre cuando una denuncia rasgó el manto de silencio. La acusación decía que en el instituto Antonio Próvolo de Luján abusaban sexualmente de los chicos internados en la institución.
Durante ese fin de semana se detuvo a cuatro personas y a un quinto mientras los padres, asombrados, pedían explicaciones ante la Oficina Fiscal.
Durante los primeros cuatro días hubo cinco detenidos, cerca de diez víctimas y decenas de testimonios, aunque ya se advertía que la causa sería mucho más compleja.
Eran cinco. Nicola Corradi un sacerdote italiano de 83 años. Horacio Corbacho, cura argentino de 59 años, Armando Gómez, un empleado administrativo también sordo, Jorge Bordón, ex monaguillo y un quinto, jardinero que luego sería declarado inimputable.
Con el correr de los días, las víctimas llegaron a ser más de veinte y con sus testimonios, los acusados fueron más. Entre ellos, la monja cuidadora Kumiko Kosaka, por encubrimiento y facilitación.
El círculo de los acusados se amplió luego a las posibles complicidades, entre ellas la religiosa Asunción Martinez y la directora Graciela Pascual. En total, fueron 14. Ante la repercusión internacional el Vaticano envió emisarios para hacer su propia investigación.
El caso abrió dudas e investigaciones en La Plata y en Verona, Italia, donde también funciona la institución.
ONGs internacionales han catalogado al Caso Próvolo como uno de los casos más aberrantes de abuso eclesiástico y han exigido al Papa Francisco una determinación.
La investigación involucró cámaras Gessel, allanamientos, excavaciones, secuestros, entre estos material informático con pornografía, ropa interior infantil con restos de semen e incluso correspondencia como esta carta del cura Horacio Corbacho con dibujos obscenos y hasta un rimas satíricas sobre la promiscuidad dentro de la institución.
Ha casi tres años del inicio de la causa, este lunes se sentarán ante la justicia tres de los cinco primeros acusados.
Horacio Corbacho está acusado de 16 cargos por violaciones, tocamientos y corrupción de menores. Nicola Corradi está acusado seis veces, por violación y corrupción de menores. Armando Gómez, violaciones, abusos y corrupción de menores. En tanto, Jorge Bordón ya se ha declarado culpable en doce casos y ha recibido una condena de diez años, algo que podría perjudicar al resto de los acusados.
.jpg)
.jpg)
.jpg)
.jpg)
