La Justicia determinó que Julieta Silva, mujer acusada de atropellar y matar a Genaro Fortunato, siga presa. El juez de garantías, Pablo Peñasco, resolvió dictar la prisión preventiva y el embargo de $300 mil pesos sobre bienes de la imputada.
De esta manera, Peñasco desestimó el pedido de la defensa de la mujer para que le otorgara la prisión domiciliaria. Tampoco consideró el cambio de caratula a homicidio culposo, por lo que la calificación legal continúa siendo la solicitada por la fiscalía: homicidio agravado por la situación de pareja y por alevosía.
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De este modo, Silva seguirá presa en la penitenciaría de San Rafael y se dispuso, a través de la defensa, que se de intervención a la Justicia de Familia para que se evalúe un régimen de visita de la imputada con sus hijos.
Por su parte, la defensora Florencia Garciarena realizó en la misma audiencia un recurso de apelaciones oral, el cual fue admitido por el Juez de Garantías, quien deberá resolverlo más adelante.
Según informa diario San Rafael, la fiscal Andrea Rossi manifestó que la mujer actuó con alevosía cuando arrolló a su novio Genaro Fortunato.
“Se percató que Fortunato estaba en el piso y de todas formas lo atropelló”, aseveró Rossi.
La fiscal confirmó que Silva tiene astigmatismo, pero consideró que “su campo visual no le impidió verlo”. Además, consideró que : “Silva atropelló a Fortunato con frialdad y sin culpa. Jamás intentó acercarse y llamó a la ambulancia por exigencia de Axel, el cuidacoches”.
Asimismo, Rossi sostuvo que, durante el proceso, Silva jamás se mostró compungida por lo ocurrido con Genaro, sino que “lloró –únicamente- cuando se enteró de su situación procesal”.
Luego agregó: “Impera en su condición el riesgo de fuga, tiene los medios para hacerlo, gracias a que tiene parientes en la Patagonia y en San Luis”.
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