En febrero de este año, un aberrante crimen conmocionó a la provincia, al país y también a Chile. La ciudadana chilena, Concepción Arregui de 59 años, fue asesinada y luego descartada en el dique Potrerillos.
Su ex pareja, Roberto Audano, confesó el crimen. Le disparó y luego se deshizo del cadáver en el dique.
Ahora, finalmente, la Justicia retomó el caso y condenaron, en un juicio abreviado, a Audano a prisión perpetua.
Esta pena es de alrededor de 35 años por lo que Audano, dado su edad pasaría tras las rejas o en prisión domiciliaria el resto de su vida.
Audano, que estaba imputado por homicidio agravado por el vínculo, por alevosía y por mediar violencia de género (femicidio), a través de su representante legal, pactó con la fiscalía hace pocos días confesar el hecho en un juicio abreviado para para evitarse un juicio oral cuyo resultado sería el mismo.
Como el condenado tiene 71 años espera conseguir que la Justicia le permita estar preso en un domicilio a designar, más porque aseguró que es un paciente medicado.
La prisión domiciliaria fue negada tanto por el Ministerio Público como por la jueza del Primer Juzgado Penal colegiado, María Cristina Pietrasanta.
Roberto Audano nació el 14 de noviembre de 1947. Fue el dueño del local de venta de mascotas y accesorios Pájaro Uno. Tiene cuatro hijos, tres varones y una mujer.
Audano conoció a Arregui hace unos cinco años, cuando ya se había divorciado de la madre de sus hijos. Conchy vivía en Santiago de Chile y decidió radicarse en una vivienda de Luján de Cuyo con él.
.jpg)
.jpg)
.jpg)
.jpg)
