"¿Qué gusto tiene la sal?", "Angueto quedate quieto" y "sumbudrule", si reconocés estas frases puede que ya estés más cerca de los cuarentitantos.
Pero Balá es eterno. Su alegría también y generaciones enteras se divirtieron con él.
Este 13 de agosto, Carlitos Balá está cumpliendo 96 años y usando las redes sociales le agradeció a todos los que lo saludaron.
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Carlos Salin Balaá nació el 13 de agosto de 1925 en el barrio de Chacarita. En la carnicería de su papá, Carlitos solía inventar pequeñas obras de teatro. Las representaban figuras de papel en escenarios armados con cajones de verdura. Para garantizar el público en la vidriera colgaba un cartel que decía: Hoy función.
Balá solía escaparse del colegio para ver a ídolos en el cine: Chaplin y Buster Keaton. Tímido, solía recordar su primer papelón. En un acto escolar debía decir un verso corto sobre la provincia de Mendoza y se lo olvidó. Las funciones quedaron solo para sus íntimos.
A los 30 años debutó en La Revista Dislocada, el programa éxito de la época que se emitía por radio. En ese momento se presentó como Carlitos Valdez, después sería Balá.
Y después de la radio, la televisión. En 1961 trabajó en la Telekermese musical y años más tarde su propio programa. El show de Carlitos Balá tuvo dos gestiones, una en los 70 y otra en los 80. Primero estuvo orientado a un público adulto, pero en la segunda, esstuvo dedicado exclusivamente a los niños.
En ese programa nació el chupetómetro. En un cilindro enorme, los chicos iban a dejar su chupete. También dejaban mamaderas y pañales, pero era largo ponerle chupetemamadepañalómetro, imaginamos.
Allí también nació el famoso "sumbudrule" (que no es sucutrule ni sungutrule), gesto que hacía Balá con la mano como araña sobre la cabeza de algún distraído.
Del programa salió un disco y una obra que recorrió importantes teatros de todo el país.
La vida de Carlitos estuvo, la mayor parte de sus años, acompañado de Marta, el amor de su vida. Con Marta Venturiello, o Martita como la llama, se conocieron en una fiesta de casamiento. Caballero, cuando las luces se apagaron se ofreció a acompañarla a su casa en…el colectivo 39. En medio del trayecto, para hacerla reír, se puso a vender lapiceras entre los dormidos pasajeros. “Nunca más salgo con este payaso, cabeza fresca”, se prometió ella.
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Ese pasayo “era el hombre más respetuoso del mundo y me conquistó”. Estuvieron siete años de novios y llevan 57 de casados. Tienen dos hijos, Laura y Martín, y una nieta que siguió los pasos de su abuelo, además de cocinera es animadora infantil. Laura Gelfi se presenta en las redes como Lala Balá.
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