El próximo 31 de octubre se anunciará que la provincia ingresa en el séptimo año consecutivo de emergencia hídrica; ante este panorama el Gobierno provincial busca impulsar el sistema de riego acordado y habrá una prueba piloto.
En este sentido, comenzará a funcionar en Costa de Araujo, Lavalle, un sistema de riego acordado productor por productor y diferenciado por cultivos. La intención es regar las mismas superficies con un 15% menos de agua.
Los científicos vienen advirtiendo que la escasez, al parecer, llegó para quedarse debido al cambio climático; afirman que habrá menos nieve, algo más de lluvia, pero ante todo una necesidad de hacer con menos recursos.
Desde el Departamento General de Irrigación aseguran que el sistema de riego por turno debe cambiar y por eso se probará con los regantes del canal Bajada de Araujo una nueva forma de distribuir el recurso entre los productores.
Cada cuenca y zona de riego tendrá una tabla que servirá de guía a los productores para saber cuánta agua necesitan por tipo de cultivo. Luego, acordarán con Irrigación cuándo la necesitan.
El plan del Gobierno es llevar este sistema a todo el territorio; sin embargo, necesitan de estos enormes reservorios que ya se construyeron en San Martín, y que quieren replicar en otros lugares de Mendoza.
“Desde Irrigación creemos que es necesario cada vez más otorgar un mejor servicio a los regantes. El agua es cada vez más escasa y tenemos que llegar a la finca en los momentos oportunos. El sistema de turnados tradicional, que es lo que se viene usando, sirve, funciona muy bien, pero la idea es que a partir de implementar el riego acordado, podamos darles a los usuarios el turno de agua cuando ellos lo soliciten. Hay diversidad de cultivos, diversidad de necesidades, el clima es cada vez más variable, los suelos en todos lados son distintos, con lo cual la receta de riego en cada parcela es un traje a medida”, aseguró el secretario de Gestión Hídrica de Irrigación, Fernando Gomensoro.
“Tenemos especialistas en riego intrafinca para que los productores pueden ver cómo ser cada vez más eficientes, apliquen los caudales y los tiempos necesarios, y a partir de ese conocimiento puedan hacer los pedidos de agua de acuerdo con una mejor eficiencia parcelaria. Esos pedidos, al recopilarlos, van a implicar nuevas formas de distribuir el agua, turnados variables, canales que van a necesitar medición, reservorios para regular el agua. En la quinta zona ya contamos con esa infraestructura y vamos a poder modelar este sistema de turnado flexible, acorde a lo que cada usuario necesita”, detalló Gomensoro.