Desde que Pablo Echarri y Nancy Nancy Dupláa, u otros tantos famosos como Patricia Sosa y Oscar Mediavilla (entre muchísimos más) manifestaros la posibilidad de dormir en camas separadas (como una forma de potenciar el descanso y a la pareja) o hasta mantener relación con cama afuera (el caso de Patricia Sosa) la pregunta de si “es positivo o no para la relación”, va de boca en boca, con cuanta subjetividad exista al respecto.
Lejos de juicios de valor que no llevan a ningún lugar, Beatriz Goldberg, Licenciada en psicología, escritora y especialista en crisis individuales y de pareja, explica: “cada pareja tiene un contrato y su forma de rever los cambios de la pareja, las diferentes etapas, si tienen o no hijos, las diferentes edades etc. Acá lo que vale es que ambos tengan consenso en lo que se decida para estar cada vez mejor. Se tiene que estar de acuerdo y evitar el ’sí fácil’, con el otro".
- ¿Qué implica el “sí fácil”?
Implica que realmente no hay ganas, pero se termina diciendo que sí, cuando se desea decir “no”. Todo en la pareja debe charlarse, y estar de acuerdo, y no por complacer terminar haciendo lo que no se quiere.
- ¿Por qué muchas parejas se replantean el dormir, o no, juntas?
Porque desean sentir el reencuentro a través del cambio de hábito, de elegirse, de poder reencontrarse y estar descansados. Muchas veces los horarios dispares y el estrés pueden atentar contra el encuentro, y esta modificación si está de acuerdo la pareja, está buena para sumar algo diferente.
- ¿Por qué cuesta tanto el cambio de paradigma en algunas parejas?
El grado de compromiso y amor no tiene que ver con “mantenerse” según los mandatos. No hay que guiarse por proyecciones ajenas, sino por lo que cada pareja desea y necesita. Podemos vivir juntos con alguien, dormir con esa persona, y sentirnos totalmente alejados, sin comunicación ni aspectos en común. No hay que perder de vista lo real. Cada pareja es un mundo, y ese mundo se alimenta desde muchos lugares, y con el contrato y unión que cada dupla desea para su vida.
El psicólogo y psicoanalista Daniel Fernández (M.N. 41.671) coincidió en una reciente publicación con su colega: "en cuestiones de pareja, no existe una regla fija e inamovible que determine el buen funcionamiento. Cada pareja pondrá sus propias reglas, dependiendo de los intereses de los miembros de esa relación. Si lo que ambos quieren coincide y los satisface, poco importa lo que crean los de afuera. Por lo tanto, es factible encontrar parejas que deciden dormir en camas separadas y puede que esto no implique una falta de amor. Al fin y al cabo, si es lo que ambos quieren, desde luego está bien”, fundamentó.
- En matrimonios de muchos años es una decisión muy frecuente, para descansar mejor
-La condición económica. A mayor nivel, más común es, porque hay más posibilidades de tener dos cuartos y porque las necesidades varían en los niveles educacionales.
- En parejas donde uno trabaja de día y el otro de noche es bastante frecuente.
-Necesidad de mayor independencia.
- Se tiene total autonomía de movimientos y horarios.
-Le da a la pareja la posibilidad de dormir juntos o no. Ese desconcierto puede generar interés y aumentar el deseo, ya que no se sabe cómo será cada noche. Si algo necesitan dos personas para no morir en el aburrimiento, es un poco de incertidumbre. Ésta podría ser una manera de lograrlo.
Beatriz Goldberg dialogó con el equipo de Cada Día. Mirá la nota
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