Psicología

Bromas pesadas…¿Cuál es el límite?

Con el bullying como el fantasma en donde nadie quiere mirarse, minimizar una expresión sentida de los más chicos respecto a las burlas que reciben, puede resultar nefasto para la psiquis infantil si no se les presta atención a lo que les duele. Pautas a tener en cuenta para ayudarlos.

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Redacción ElNueve.com
11 de marzo de 2024 | 20:08

“En mi tiempo también me hacían bromas, y no me pasaba nada”, “no les des bolilla, ignoralos”, “no seas tan sensible y andá a jugar”. Estas y otras tantas expresiones suelen escucharse muchas veces de padres hacia sus hijos, sin llegar a pensar que lo que le ocurre a ese chico, puede llegar a ser mucho más que una broma, desde el momento en que se siente humillado, y no forma parte de la broma, sino que es el objeto de burla de la misma.

Como bien explica la psicopedagoga María Zysman, “se entra en riesgo cuando como adultos relativizamos el sufrimiento y el dolor. Cuando pensamos que si a mí algo no me duele, porqué le dolería al otro. Y eso es un grave error. Naturalizar el Bullying es uno de los obstáculos enormes con los que nos encontramos en el día a día”.

-¿Cuál es la señal en la que aparece el bullying, y ya deja de ser broma?

Una cosa es una broma compartida, o la burla de todos contra todos, algo muy diferente a la burla dirigida hacia una sola persona, construyendo una situación de bullying. Alllí aparece la burla, la exclusión, y el mofarse de manera permanente de varios hacia una sola personita, que no participa de toda esa situación, sino que la padece.

Un artículo reciente de diario Clarin destaca: “Para la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) el bullying y el ciberbullying son “un problema en aumento”, que puede provocar desde malestares físicos, depresión y hasta suicidio. Los pediatras llamaron a los adultos, entre ellos los docentes, a tomar cartas en el asunto.

El trabajo de la SAP, que contó también con el apoyo institucional de la Defensoría de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes, considera que “el bullying y el ciberbullying comprenden situaciones violentas entre pares que pueden consistir en conductas de hostigamiento, agresiones, intimidaciones, situaciones de burlas e indiferencia, ya sea en el ámbito escolar o en los entornos digitales”.

Un problema en alza

Según destacó Zysman, el bullying sigue creciendo y no deja de asombrarme. Las escuelas no son islas. Los padres, los medios, las redes atraviesan a todos y se meten en todas las familias, así como los discursos de odio en redes sociales entre tantos otros aspectos más. Hay que ser más cuidadosos que nunca respecto a los demás, al cuidado de las palabras, acciones y la enseñanza en pos de la solidaridad y la empatía.

La profesional estuvo con el equipo de Cada Día, mirá la nota

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