Desde las diferentes asociaciones de productores y bodegueros piden que la presidencia del INV sea ocupada por una persona idónea y que conozca de vitivinicultura.
El cambio de color político en el Gobierno Nacional trae consigo la renuncia y remoción de autoridades en diferentes organismos federales. Una de estas áreas, y que atañe directamente a Mendoza y su economía, es el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV).
Si bien consideran que la gestión actual del INV consiguió muy buenos resultados en cuanto a lo administrativo, presupuestario e incluso en su tarea fundamental, la de fiscalización y control; hay quienes apuntan a un cambio de rol o actualización en su funcionamiento.