ASTROLOGÍA & BIENESTAR

Aprender a establecer metas

Este fin de semana los astros nos iluminan ayudándonos a establecer los pasos para lo que deseamos, pero ¿en qué medida somos capaces de tomar esta oportunidad?

Por
Perfil autor
Redacción ElNueve.com
22 de noviembre de 2021 | 12:52

Desde una mirada esotérica, definir deseos, establecer metas y manifestar lo que deseamos son tres procesos totalmente distintos, que muy poco tienen en relación con la técnica de visualizar creando un muro con recortes de lo que deseamos, o crear un pensamiento reiterativo de yo viviendo lo que deseo.

Hace algunos años cuando se estrenó el documental El secreto que hacía referencia a conocimientos legendarios que permitían alcanzar tus deseos, se masificó la idea de manera más popular que es posible construir la vida que queremos y no estamos a merced de la suerte.

El asunto es que en ninguna parte se indica cómo se hace. Y no es que sea un secreto guardado bajo siete llaves, lo que pasa es que implica disciplina y esfuerzo y en general por razones genéticas, culturales, psicológicas, sociales, bioquímicas o vaya uno a saber por qué, pero nuestra raza ama lo rápido y fácil, por lo cual siempre estamos buscando pociones mágicas que nos transformen de sapos a príncipes, o por lo menos un príncipe sapo.

Para los pueblos antiguos era de conocimiento esencial que el ser humano cuanta con distintos planos de existencia, que en las culturas orientales los llamaron cuerpos y es común encontrar información sobre los siete cuerpos del ser humano.

No es literal como se suele pensar, pero si es una metáfora que permite comprender que nuestra energía se manifiesta también en otros niveles de existencia que no vemos más allá del plano físico o material.

Esta es una de las ideas basales para comprender por qué al definir metas es tan importante tomar en consideración no solo lo que queremos en un momento dado y hemos definido como un deseo sino todos los pasos posteriores que se van dando en relación con lo que pensamos y sentimos con ese deseo. El ejemplo sería más o menos así: El chef principal a cargo de la cocina define un plato a cocinar, da las instrucciones generales, pero pocas veces realiza el mismo cada uno de los pasos, para eso tiene ayudantes. Nuestros ayudantes de cocina son lo que pensamos y lo que sentimos.

El primero es bastante acelerado y suele saltar de una cosa a la otra dejando muchas cosas a medias y el segundo es lento, meticuloso y habla otro idioma, por lo que pocas veces se entiende lo que quiere decir.

Está bueno tener un chef profesional, porque marca un estilo, un rumbo, pero en la cocina diaria que ejecuta son los ayudantes de cocina a quienes hay que gestionar.
No hay recetas mágicas, uno mismo es quien se debe hacer cargo de aprender a reconocer y gestionar lo que piensa y siente, no es un servicio que se pueda tercerizar.

Definir deseos y establecer metas es el primer paso, si lo expresamos en términos mitológicos es el aprendizaje que llevaba al ser humano a ser dador de caos, la fuerza de creación que cohabita desde el principio de los tiempos. Definir lo que queremos y gestionar nuestros pasos está dentro del mico universo del hombre, pero manifestar implica aprender a leer las señales del universo.

No quieras saltarte etapas ni aprender fórmulas mágicas que no existen, el universo si habla, pero primero debes aprender a escuchar. Gestiona quien eres en el día a día, aprende a observar lo que piensas y sientes.

Y si tus metas tienen que ver con el amor, los años y cómo nos cambia el tiempo, revisa nuestro encuentro del martes en el Consultorio del amor sobre crisis de madurez.

Mendoza +

chevron_left
chevron_right

Viral +

chevron_left
chevron_right

Noticiero 9 +

chevron_left
chevron_right

Lo Último