El Gobierno está analizando cómo será el incremento de jubilaciones para marzo.
Lo primero que deberá decidir Alberto Fernández es si el aumento global respetará el 11,56% que correspondería según la fórmula de movilidad suspendida o un porcentaje menor que represente “ahorro fiscal”.
Las opciones que tendrá el Presidente combinan una suma fija para todos los jubilados y pensionados o una suma fija más un porcentaje.
En ambos casos, el resultado sería un achatamiento de la pirámide jubilatoria porque en proporción los que ganan menos recibirán un porcentaje mayor que los que más ganan.
Una de las alternativas es otorgar un aumento del 3% para todos los beneficiarios más una suma fija $ 1.250.
En este caso, el aumento global sería del 9% - un ahorro fiscal respecto de la fórmula suspendida de $ 5.000 millones mensuales o casi $ 60.000 millones en 2020, solo para el segmento de jubilaciones y pensiones.
Si luego en junio se repitiera el aumento trimestral por decreto por debajo del incremento de la formula suspendida (13%), en 2020 el “ajuste fiscal previsional” superaría los $ 100.000 millones.
En síntesis, los que ganan más de $15.000, tendrían una caída adicional a la pérdida del 19,5% que, punta a punta, tuvieron entre septiembre de 2017 y diciembre de 2019.
Este aumento se aplicaría en las jubilaciones y pensiones del régimen general , las pensiones no contributivas y PUAM (pensión universal al adulto mayor) que abarca a 7.300.000 personas.
No incluye a los regímenes especiales, como docentes nacionales, docentes universitarios, investigadores científicos, servicio exterior, jueces y magistrados y Luz y Fuerza que mantienen sus movilidades propias.
Con las Asignaciones pasaría algo similar. Habría un aumento en suma fija para la Asignación Universal por Hijo y proporcional para las Asignaciones Familiares aunque todavía no se comunica nada oficialmente.