En el tumulto cotidiano, es fácil perderse. Entre las demandas del trabajo, las relaciones y las expectativas sociales, la voz interna que nos guía hacia el amor propio a menudo queda ahogada en el ruido. Nos encontramos en un lugar donde somos relegados a un segundo plano, olvidando que para amar plenamente a otros, primero debemos amarnos a nosotros mismos.
La falta de amor propio puede arraigarse en diversas experiencias y creencias. Desde una infancia marcada por la crítica constante hasta relaciones tóxicas que socavan nuestra autoestima, las causas son variadas pero con un denominador común: una desconexión con nuestro propio valor. Este desequilibrio puede manifestarse en ansiedad, depresión, relaciones disfuncionales e incluso en decisiones autodestructivas.
Sin embargo hay que entender algo crucial, el amor propio es más que un lujo emocional; es un requisito vital para una vida plena y satisfactoria. Cuando nos valoramos a nosotros mismos, establecemos límites saludables, cultivamos relaciones más auténticas y encontramos la fuerza para perseguir nuestros sueños con determinación. Se trata del cimiento sobre el cual construimos nuestra felicidad y resiliencia emocional.
Como explica la psicóloga Noelia Centeno "todos deberíamos estar por encima o primero que el resto, porque al estar bien conmigo mismo esto hace que pueda luego estar en armonía con todo lo que me rodea".
-¿Cómo ayudar a los niños a desarrollar su autoestima?
Ayudarles a crecer con la idea de que cada niño piense bien de sí mismo, brindarle tolerancia al fracaso, que pueda internalizar que a veces las cosas pueden, o no, salir y no pasa nada. Ser suficiente siempre, e internalizarlo de verdad.
-Practicar la autocompasión: En lugar de juzgarte constantemente, acogé tus imperfecciones con amabilidad y comprensión.
-Permirse ser humano, con todos los errores y vulnerabilidades que eso conlleva.
-Establecer límites saludables: Aprender a decir "no" cuando sea necesario y priorizar el bienestar emocional y físico. Nadia tiene la obligación de complacer a todos en detrimento de sí mismo.
-Cuidar cuerpo y mente: Dedicar tiempo a actividades que nos nutran, ya sea meditación, ejercicio, o simplemente descansar es fundamental al igual que alimentarnos bien, incluso también mentalmente a nivel de pensamientos positivos.
-Fomentar relaciones positivas: Eliminar de la vida aquellas relaciones que te hacen sentir menospreciado o incomprendido.
-Practicar la gratitud: Agradecer por las pequeñas cosas y reconocer cada logro, por mínimo que parezca nos conecta con lo positivo de la vida y fortalece nuestra autoestima.
-Buscar ayuda profesional si es necesario: Al priorizarnos a nosotros mismos, no solo mejoramos nuestra propia vida, sino que también elevamos nuestras relaciones y contribuimos a un mundo donde el amor y la aceptación sean los pilares fundamentales de la existencia humana.
La profesional estuvo en Cada Día, mirá la nota