Para evitar que los taxistas o pasajeros se contagien de coronavirus, el Estado mendocino emitió una norma que los obliga a colocar una barrera plástica para separar los asientos delanteros de los traseros.
Este dispositivo es un plástico cristal de alrededor de 1,40 metros por 1 metro que divide ambos espacios del taxi.
Este nylon debe ser trasparente para no perjudicar la visión del conductor.
Se puede comprar en la ferretería y puede colocarlo el mismo chofer.