Adolescente mató y abusó de su hermanastra de 10 años

Un adolescente de Colorado que agredió sexualmente y mató a su hermanastra de 10 años, fue condenado a cadena perpetua.

Aidan Zellmer, de 17 años, se declaró culpable de asesinato en primer grado de Kiaya Campbell, sucedido en el 2017.

El adolescente enfrentaba el cargo de asesinato en primer grado con intención y premeditación, y asesinato en primer grado de un niño menor de 12 años por una persona en una posición de confianza, pero al declararse culpable, los fiscales retiraron el cargo de asesinato en primer grado y agresión sexual contra el adolescente.

"En 27 años como fiscal, nunca he visto a un joven de 15 años cometer un acto tan violento", dijo el fiscal del distrito judicial, Dave Young.

"Quería matarla ... Sus acciones ciertamente dictan que tenía la intención de matarla y realizó un gran esfuerzo hacerlo y para ocultarlo, no sólo para esconder el cuerpo sino para desorientar la búsqueda. Indudablemente indica que su cerebro estaba desarrollado y que sabía lo que estaba haciendo", dijo Young.

Kiaya desapareció la noche del 7 de junio de 2017, mientras caminaba hacia la tienda con su hermanastro.

Su cuerpo fue encontrado golpeado hasta la muerte en un barranco al día siguiente, a pocos kilómetros de la casa en Thorton, donde el padre de Kiaya vivía con su novia y sus dos hijos.

Zellmer, quien tenía 15 años en ese momento, inicialmente le dijo a los investigadores que él y Kiaya no estaban juntos cuando se desató una fuerte tormenta y que él corrió para escapar del aguacero.

Debido a la edad de Zellmer en el momento del asesinato, automáticamente será elegible para la libertad condicional después de cumplir 40 años en prisión, pero podría salir en 30 años con si le reducen el tiempo por buena conducta.

Aidan cumplirá los dos primeros años de su sentencia en un centro de detención juvenil antes de ser transferido a una prisión para adultos cuando cumpla 18 años.

Young dijo que la declaración de culpabilidad de Zellmer ofrece algo de alivio a la familia de Kiaya, al evitar el estrés de un juicio, donde habría sido juzgado como un adulto.