Nelson Mandela asume como primer presidente negro el 10 de mayo de 1994, y en que se constituyó un día histórico para ese país. Mandato que le puso fin a más de tres siglos de supremacía blanca. El activista llegó al poder elegido, también por primera vez por sufragio universal.
Nelson Mandela, abogado de profesión y líder revolucionario se convirtió en un símbolo de la lucha contra el Apartheid, sistema que limitaba los derechos de los negros y favorecía a los blancos; les prohibía ocupar cargos públicos, ejercer el voto, usar el transporte y los obligaba a vivir segregados para promover el ‘desarrollo’ de la minoría blanca. Todas estas medidas fueron duramente cuestionadas por Mandela y por ello presidió las protestas antirracistas.
Su lucha lo llevo a estar 27 años preso, cuando fue detenido por rebelarse frente al régimen racista de Umkhonto we Sizwe. En 1990 fue puesto en libertad por orden del presidente sudafricano, Frederik De Klerk, con quien recibe el Premio Nobel de la Paz en 1993.
El 27 de abril de 1994, Sudáfrica celebró sus primeras elecciones multirraciales, ese día se conoce como Día de la Libertad y es conmemorado año a año. Fueron las primeras elecciones con sufragio universal, incluyendo el derecho al voto de los ciudadanos negros. Mandela ganó el 62% de los votos y juró su mandato el 10 de mayo de 1994.
“Mi lucha abarca tanto el racismo hacia las gentes de color como el racismo de éstas hacia la población blanca. Quiero una sociedad libre y democrática en la cual todos vivan en igualdad de condiciones y oportunidades. Si para conseguirlo debo morir, estoy preparado.”, sostuvo Mandela en uno de sus discursos.
Mandela incidió en la historia de su país, marcando un punto de inflexión en la lucha a favor de la libertad, la igualdad y los derechos fundamentales del hombre.
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